Para las RR.PP el hombre es considerado social, persona, socio y fabricantes de opiniones, ya que es esto lo que produce cuando intercambia sus ideas o emite un juicio.
Así como una persona tiene derecho a expresar sus ideas o refutar algo, cada empresa mantiene su poder de información que le es propia. Dando a conocer su política, el rol que cumple, etc. Sino que también contribuye de forma importante al civismo y el buen funcionamiento.
De acuerdo al constante cambio que se viene experimentando, los grupos de presión, las asociaciones, agremiaciones, etc. que se oponen permanentemente a una organización, a sus decisiones, juicios y a sus planes.
Un claro ejemplo es cuando una empresa decide implantar una fábrica en una determinada área, verá inmediatamente un grupo de personas que se hacen pasar de ecologistas y representantes de la zona, que se opondrán a la implantación manifestando que van a contaminar el lugar y perjudicar a la población.
Es aquí donde entra a tallar las relaciones públicas, quien se encargará de proporcionar honestamente y de forma constante a los fabricantes de opinión, el completo conocimiento de los propósitos y beneficios que le generaría la empresa. Dejando de lado el misterio de sus actividades.
Donde es necesario preveer, coordinar y dirigir las acciones de comunicación para establecer y mantener las relaciones de confianza afianzadas en un mejor conocimiento, una mejor comprensión mutua entre los miembros de un grupo entre estos grupos y sus compañeros sociales.
Esta comunicación será en un lenguaje idéntico al que habla la población, para así evitar malos entendidos.
En estos tiempos es importantísimo tener en cuenta las nuevas necesidades del hombre social ya que de él depende la evolución de la empresa y de la sociedad.
Para las relaciones públicas estas necesidades las consideran como una estrategia, técnicas de acción y de comunicación.
El Proyecto de empresa
Toda organización tiene un proyecto, que para poder cumplirlo cabalmente debe ser compartido por el máximo posible de integrantes de la empresa y que a la vez tengan una gran expectativa en poder seguir las vías políticas y los valores necesarios para alcanzarlo.
El proyecto de empresa debe ser dinámico y ambicioso, motivador y coherente, y también razonable y realizable. Basándose en el intercambio y la asociación, en la confianza y la partición de todos, la comunicación en un objetivo común, es decir que exista un clima de confianza, basado en la estima, sin la cual nada sería imposible en una organización.
Es verdad que en un clima de competitividad continua, la empresa no sólo debe moverse constantemente para afrontar las agresiones sino que también absorber las energías de aquellos que la componen y dirigirlos a un entorno común en el proyecto.
El proyecto de empresa, debe ser recibido y adaptado por cada uno de los integrantes de la organización, ya que es la verdadera carta de la empresa para un periodo determinado de la organización, por lo tanto no se debe tomar a la ligera. Este proyecto debe ser duradera ya que el objetivo es a largo plazo. Las cualidades intrínsecas serán el ser aceptable para el grupo, activo y reconocido como legitimo por el entorno.
El proyecto de empresa propone así unos imperativos como: solidaridad, entrega, voluntad, confianza, adaptabilidad, apertura, integridad, etc.