miércoles, 11 de noviembre de 2009

¿Lobby o grupo de presión?

Es una persona que , en asambleas parlamentarias, los ministerios y las grandes administraciones, sirve de unión entre los grupos de interés y aquello que, a los proyectos que elaboran (leyes, decretos, proposiciones de ley o que van a votar o decidir), ejercerán una influencia en la vida de los grupos que representan.

El lobbysmo es un método de información de estas decisiones. Esto esta alejado de las relaciones publicas, podría ser una manifestación del tráfico de influencias o de una cierta forma de corrupción.

En estados unidos los senadores opinan que sin lobbies, los gobiernos no podrían funcionar. La corriente de información que aportan al Congreso ya las agencias federales es un elemento vital de nuestro sistema democrático.

Es labor del lobbysta reunir estos documentos parlamentarios o ministeriales, leerlos y transmitir a su comité aquellos susceptibles de influir directamente sobre sus intereses.
Esta información puede ser vital para el porvenir y los proyectos de sus organizaciones. Cuando se aprueba una ley, se acepta un decreto, se consuma un hecho, ya es demasiado para intervenir.
Nos encontramos, en este acercamiento al lobby, con el matiz indispensable establecido entre la voluntad de convencer (propaganda), el deseo de vender (publicidad) y la intención de informar (relaciones públicas).

La comunicación presidencial

La personalidad del empresario puede y debe jugar un papel importante en las relaciones públicas de un grupo, porque su sensibilidad respecto a una política de relaciones publicas es determinante para el éxito o fracaso de la misma.

De este modo, cada empresario es una “figura” más o menos acusada y, sobre todo, utilizando un término que está de moda, más o menos carismática.

La comunicación presidencial exige una preparación relativamente larga, que variará según la personalidad del presidente.

El interés de la comunicación presidencial estriba en que humaniza a la empresa, identificándola con la personalidad que la anima.

El empresario mejora su propia imagen si se implica, ante todos, personalmente en la marcha de la empresa.

La comunicación presidencial desarrolla la notoriedad y la imagen del grupo.

Una política de imagen personalizada no permite disfrazar los hechos, ni disimular las los problemas o la realidad de la contabilidad.

El 60% de las personas forman una opinión a partir de la apariencia.
El 25% observan el comportamiento gestual.
El 15% únicamente y por desgracia, se basan en el mensaje en sí.
El profesional de las relaciones publicas o “el hombre orquesta”
El asesor de relaciones públicas, debe estar integrado o sea un consejero externo, es un hombre de diálogo que debe tener un buen conocimiento de las ciencias humanas y de las técnicas de comunicación.

Será entonces, en primer lugar, el “interprete” de la opinión publica recogiendo y dando forma al mayor numero de informaciones útiles para el grupo, y aprobando, así, que no se conforma solamente con darles forma y difundirlas sino que aporta, no sólo al presidente sino a todos, una documentación valiosa, incluso indispensable, que no siempre se tiene tiempo de reunir.

Debe ser un traductor, capaz de traducir un lenguaje social, es decir comprensible para el hombre social, sea cual sea su nivel, las informaciones económicas y técnicas que reúne.

Esto confirma la importancia de su posición jerárquica, pero deberá evitar que el grupo lo vea como un simple portavoz.

No obstante, el buen profesional deberá poseer una autoridad real, una cierta influencia, a veces incluso sobre el propio presidente.

No siempre es cómodo imponer la idea de que el especialista es él, el consejero en relaciones públicas. Y, sin embargo, un consejero que no da su sincera opinión, ya no es un consejero, sino un simple eco que aprueba.

El futuro de las relaciones públicas

El mercado potencial de las relaciones publicas será, mucho mas importante que la publicidad. Pero para que una profesion se desarrolle, no basta con que aumenten los problemas originados por el arte o las tecnicas de ésta. Se necesitará que las personas que la ejercen sean capaces de responder a estos problemas y sean percibidos como tales por quienes puedan necesitar sus servicios.

He aquí por qué creemos en el futuro de las relaciones públicas en tanto que es estrategia y técnica indispensable para manejar una empresa en posición de dependencia. Unas relaciones públicas que actúan de escucha e interpretadora de opiniones.

Unas relaciones públicas instrumento de ajuste entre las prestaciones de la confianza y de la participación.

Este porvenir es cierto, pues ninguna empresa, grande o pequeña, puede resolver los problemas que le causan el número y la diversidad de las nuevas expectativas a las que deberá enfrentarse, sin adoptar una política de dirección que no se inspire en los principios que hemos enunciado, y que caracterizan a las relaciones públicas, disciplina social.

Respecto al futuro de la profesión, es más difícil de prever, ya que depende enteramente de quienes la ejercen y de quienes la enseñan. Una profesión se define y se inserta en el cuerpo social no por sus instrumentos o técnicas, sino por la naturaleza de los problemas que pretende resolver y por los objetivos que se propone conseguir.

El futuro de la profesión no esta limitado por su mercado potencial, sino por la aptitud de los profesionales para ocuparse de él con competencia y dar así una imagen de esta profesión que favorecerá su desarrollo.

martes, 13 de octubre de 2009

Los Públicos

Los públicos internos como los externos son muy importantes en una organización, ya que el primero se encarga de velar de producir o brindar un producto o servicio de calidad, mientras que el segundo es la que mantiene a la empresa en el mercado ayudándola a mejorar mediante sus quejas y sugerencias.

Sin embrago hay otros públicos que expresan o juzgan sus opiniones respecto a la organización, y que a través de estas opiniones y juicios tienen una influencia directa en el destino y el porvenir de éste.

Si bien es cierto estos públicos, externos al grupo, suelen ser compañeros que son en su mayoría generadores de opinión o medios de difusión de esta opinión.

Como sabemos los públicos internos son los que conocen más a la organización, convive y se incorpora a ella cada día, mientras que el público externo la desconoce y peor aún, no sabe como se maneja la organización.

Por ende lo que no se ve nos lo imaginamos y siempre en función de ciertas ideas preconcebidas, a través de determinadas experiencias personales que generalizamos. Y aunque veamos las cosas, no significa que las veamos como son y aún menos que comprendamos las razones profundas.

Todo lo observamos bajo nuestra propia óptica, que esta orientada por nuestros problemas, nuestro interés, nuestra educación y deseos.

A partir de estas observaciones, entendemos la importancia que tiene establecer este dialogo que permitirá a nuestros compañeros comprendernos mejor, conocernos y juzgarnos con todo conocimiento.

Al escoger las informaciones que se dará a los diferentes públicos de un grupo, es conveniente seleccionarlas y presentarlas juiciosamente.

Es conveniente de presentar bien las informaciones. Con esto no nos referimos a que debamos a embellecer la verdad y hacerla mas poderosa en el plano emocional, sino al esfuerzo de análisis, de síntesis que permite aclarar los hechos que ofrecen a menudo cierta complejidad ya sea en su origen o en su conexión.

Las relaciones públicas son entonces las que se encargarán de establecer una buena relación y comunicación para el crecimiento de la empresa y como también de la sociedad, utilizando lenguajes adecuados para cada público, permitiendo así establecer unas relaciones de mutua confianza.

Entonces diremos que las relaciones públicas no son ni propaganda ni publicidad, ni tampoco son literatura, en el sentido artístico de la palabra.

Es por eso que las relaciones públicas exigen un lenguaje claro, sencillo y directo; las palabras deben manifestar las mismas ideas para todos a fin de suprimir cualquier posibilidad de interpretación. Dejando de la lado el tecnicismo, muchas veces mal interpretados por públicos que carecen de una adecuada educación. Tecnicismo que, sin embrago, no dudaremos de utilizar si no dirigimos a un público especializado, lo que muestra claramente que hay que utilizar un lenguaje diferente para cada público al que nos dirigimos y que, por lo tanto, es ilusorio en estas condiciones “Globalizar la comunicación”.

Después del público interno (el personal), la selección de los públicos externos deberá empezar por los clientes y generalizando, por aquellos que igualmente son susceptibles de convertirse en clientes.

Parece superfluo demostrar que, si bien por un lado la empresa tendrá relaciones con este tipo de público, por otro lado la opinión de este va a influir directamente en la suerte de la empresa. Es pues de vital importancia que el programa de información de relaciones públicas se dirija tanto a la clientela existente como a la potencial.

De hecho, es cierto que se establece más fácilmente un clima de confianza o de simpatía hacia la empresa, si se realiza a través de medios ya conocidos -visitas, folletos, demostración de calidad del personal y de los equipos, de la cuidada fabricación de los rigurosos controles a los que son sometidos los productos- probando sus óptimos rendimientos.
Es por eso de que no existe venta posible en una empresa que padece de un clima de desconfianza.

martes, 29 de septiembre de 2009

El Creador de Opiniones

Para las RR.PP el hombre es considerado social, persona, socio y fabricantes de opiniones, ya que es esto lo que produce cuando intercambia sus ideas o emite un juicio.

Así como una persona tiene derecho a expresar sus ideas o refutar algo, cada empresa mantiene su poder de información que le es propia. Dando a conocer su política, el rol que cumple, etc. Sino que también contribuye de forma importante al civismo y el buen funcionamiento.

De acuerdo al constante cambio que se viene experimentando, los grupos de presión, las asociaciones, agremiaciones, etc. que se oponen permanentemente a una organización, a sus decisiones, juicios y a sus planes.

Un claro ejemplo es cuando una empresa decide implantar una fábrica en una determinada área, verá inmediatamente un grupo de personas que se hacen pasar de ecologistas y representantes de la zona, que se opondrán a la implantación manifestando que van a contaminar el lugar y perjudicar a la población.

Es aquí donde entra a tallar las relaciones públicas, quien se encargará de proporcionar honestamente y de forma constante a los fabricantes de opinión, el completo conocimiento de los propósitos y beneficios que le generaría la empresa. Dejando de lado el misterio de sus actividades.

Donde es necesario preveer, coordinar y dirigir las acciones de comunicación para establecer y mantener las relaciones de confianza afianzadas en un mejor conocimiento, una mejor comprensión mutua entre los miembros de un grupo entre estos grupos y sus compañeros sociales.
Esta comunicación será en un lenguaje idéntico al que habla la población, para así evitar malos entendidos.

En estos tiempos es importantísimo tener en cuenta las nuevas necesidades del hombre social ya que de él depende la evolución de la empresa y de la sociedad.

Para las relaciones públicas estas necesidades las consideran como una estrategia, técnicas de acción y de comunicación.
El Proyecto de empresa

Toda organización tiene un proyecto, que para poder cumplirlo cabalmente debe ser compartido por el máximo posible de integrantes de la empresa y que a la vez tengan una gran expectativa en poder seguir las vías políticas y los valores necesarios para alcanzarlo.

El proyecto de empresa debe ser dinámico y ambicioso, motivador y coherente, y también razonable y realizable. Basándose en el intercambio y la asociación, en la confianza y la partición de todos, la comunicación en un objetivo común, es decir que exista un clima de confianza, basado en la estima, sin la cual nada sería imposible en una organización.

Es verdad que en un clima de competitividad continua, la empresa no sólo debe moverse constantemente para afrontar las agresiones sino que también absorber las energías de aquellos que la componen y dirigirlos a un entorno común en el proyecto.

El proyecto de empresa, debe ser recibido y adaptado por cada uno de los integrantes de la organización, ya que es la verdadera carta de la empresa para un periodo determinado de la organización, por lo tanto no se debe tomar a la ligera. Este proyecto debe ser duradera ya que el objetivo es a largo plazo. Las cualidades intrínsecas serán el ser aceptable para el grupo, activo y reconocido como legitimo por el entorno.

El proyecto de empresa propone así unos imperativos como: solidaridad, entrega, voluntad, confianza, adaptabilidad, apertura, integridad, etc.

martes, 8 de septiembre de 2009

Una estrategia de la confianza


Como se sabe las relaciones públicas se dirigen al hombre estableciendo su función social, lo mismo sucede con la propaganda, pero el primero tiene una razón de ser, una estrategia y unos objetivos muy diferentes a los de la propaganda.

Las relaciones públicas se dan por un esfuerzo constante en el comportamiento y la información, debiendo mantener una relación de confianza entre la organización y sus diferentes públicos, directa o indirectamente relacionados con algunas funciones de la empresa.

Cada uno de estos públicos ve a la organización desde una perspectiva propia y que causa intereses diferentes.

El público conformado por el personal ve a la organización como un empleador, el público formado por los accionistas la ve como un gerente de capitales. Los clientes la ven como un productor de bienes y servicios. Los demás públicos las ven bajo diferentes ángulos.

Para estos públicos diferentes, la visión de la empresa no es única, ni semejante.

Según el público y la función de la empresa que se vincule, su visión será diferente, obviamente que sus juicios y expectativas serán diferentes.

De acuerdo a los públicos diferentes, se trata de trabajar con ellos y crear condiciones que les permitan implantar el diálogo, que sea de confianza, entre lo hombres dentro de los grupos y entre los grupos en el centro de la sociedad. En base a este intercambio recíproco podemos llegar al conocimiento real, a la comprensión mutua y a la vida armoniosa de la sociedad y el grupo.

Uno de los objetivos de las relaciones públicas es: construir relaciones de confianza no es, pues, minimizar su papel. Es por el contrario, hacer de ellas una función de dirección y gestión y el instrumento esencial del management que basa su eficacia en la adhesión y la participación.

Otra vez podemos ver una de las grandes diferencias entre la publicidad “estrategia del deseo” y las relaciones publicas “estrategia de la confianza”. Provocar el deseo es una cosa, pero obtener la confianza es otra.

En un grupo, en una sociedad humana las relaciones de confianza es una pieza clave en la comunicación, ya que si las relaciones son buenas, el grupo evolucionará favorablemente, en cambio si las comunicaciones son malas, toda la vida económica y social del grupo se estancará.

Entonces podríamos decir que las relaciones de confianza le abren al hombre y al grupo puertas inmensas con mejores posibilidades, que en el camino tendrán que utilizar a la hora de cumplir sus objetivos.

Una empresa no puede vivir ni prosperar en el tiempo sin la confianza, siendo justamente las relaciones públicas la estrategia concreta que permite lograr esta confianza.

Confianza no sólo de sus clientes, si no también de su personal, de sus proveedores, de la administración, de todos aquellos que también dependen de la organización que pueden favorecer o frenar la marcha de esta empresa. Por eso, la confianza es el multiplicador de inversiones más eficaz y también la garantía más segura de la perennidad de la empresa.

Transformar el conjunto de nuestros públicos en socios es uno de los principales objetivos de las relaciones públicas y comenzando por el primer público de la empresa: su personal.

Un concepto inicial: el hombre social

Durante muchos años el hombre no era considerado en su función social. La empresa lo ignoraba, parecía que no tenía ninguna influencia sobre ella. El hombre productor entraba a la empresa u oficina y en la puerta de ingreso dejaba sus atributos de hombre social, es decir, sus reclamos, ideas, opiniones, su derecho a juzgar, a criticar.

Hoy en día las cosas cambiaron, el hombre social ya no se separa del hombre productor. Ahora entra a la oficina, en la empresa, y es él quien guía el comportamiento de este hombre productor, quien lo estimula a la participación activa o pasiva e incluso a la ruptura de la participación.

Si el productor es quien participa del acontecimiento (huelga), siempre es el hombre social quien la declara.

Por ende, el hombre social ejerce sobre el comportamiento del productor y el consumidor y en consecuencia, sobre el destino de la empresa.

El socio

Las relaciones públicas toman al hombre social bajo el ángulo de sus necesidades, lo consideran un socio, es decir un compañero de juego. Por tal motivo la necesidad esencial de un socio es participar.

Es a través de la participación que un hombre puede revelarse y convertirse en sí mismo. De esta participación sincera de todos los miembros depende el éxito de esta empresa.

Para poder participar:

- Es necesario, como deber primario, saber a qué se está jugando y para saberlo hay que manifestarlo, explicarlo claramente y honestamente.
- Es necesario que las bases de este juego sean admitidas y respetadas por el conjunto de los socios.

Pretender la participación es crear las condiciones y las relaciones publicas pueden contribuir de manera decisiva en el seno y entorno de la empresa que hacen:

- Que cada socio se sienta vinculado por el juego de la empresa, ya que conoce las reglas y lo que esta en juego, luego puede situar su participación y comprender en qué le concierne el juego.
- Que se sienta responsable de las cartas que juega ya que dispone de toda la información. Pues tiene que tener la iniciativa suficiente como para contrarrestar los pros y contra en la toma de sus decisiones.
- Que se sienta solidario con aquellos con los que juega, ya que debe tratar a los demás de igual manera como él lo tratan, porque ellos también forman parte del equipo, pues sienten los lazos de interdependencia que existen entre él y ese equipo.Que se sienta considerado por los otros miembros del grupo, pues se le muestra que sus esfuerzos son reconocidos y conozca a su alrededor la confianza que necesita.

martes, 25 de agosto de 2009

Las Relaciones Públicas o La Estrategia de la Confianza - Philippe A. Boiry

Este libro es una exposición de conocimientos donde el autor tiene como objetivo precisar qué son las relaciones públicas tanto en el plano de la ética como en el de la deontología. Al término de la lectura tendremos un concepto claro sobre las relaciones públicas y su importancia que cumple en una organización.

Unos orígenes significativos

Se debe tener en cuenta, de que las relaciones públicas no es una disciplina nueva. Esto se debe a que no existe conocimiento alguno, ni difusión de la importancia de ésta en la actualidad. Si nos remontamos años después de la Segunda Guerra Mundial, exactamente en Estados Unidos fue el país que más favoreció en el desarrollo de las relaciones públicas.

Haciendo un balance de las diferentes épocas, las funciones de relaciones públicas han evolucionado velozmente, con un origen heterogéneo al de hoy. Este progreso muestra hasta qué nivel, posterior a su formación, las relaciones públicas surgen con el mundo industrial, adaptándose de manera eficaz a sus necesidades.

Cabe resaltar que las relaciones públicas no fueron creadas por pura casualidad o afán alguno sino como respuesta a una necesidad sociológica y económica a las exigencias de un sistema que avanzaba constantemente. Generando nuevas situaciones, hasta entonces desconocidas, por lo tanto era conveniente e importante encontrar las adecuadas respuestas.

A decir verdad, las relaciones públicas son una función de gestión, de management de la empresa, con la misma jerarquía de las grandes áreas tradicionales: comercial, técnica o financiera.

Es verdaderamente importante, crear una moral de comportamiento en el grupo, en la estrategia y desarrollar una buena técnica de comunicación, orientadas a establecer y a mantener relaciones de confianza fundamentadas en el conocimiento y la comprensión reciproca

Las relaciones publicas corresponden a los miembros del grupo (público interno) y a sus diferentes públicos (público externo), siendo importante la medición de estos dos grupos por igual para relacionarlos y comunicarlos para un buen desarrollo de la organización.

Ivy Lee, contribuyó en el avance en el desarrollo de las relaciones públicas. Su acción consistía en que los industriales no debían ocultar nada, no debían confundir al público con la publicidad, debían de tomar en cuenta factor humano y servir con los intereses del público para tener credibilidad con los periodistas, a los que no se debían engañar. Esto se puede traducir a lo que ahora llamamos imagen institucional y calidad las relaciones.

Una doctrina sociológica basada en la variable "relaciones"

Las relaciones públicas no pretenden ser un sistema social o una doctrina sociológica original, sin embargo, es cierto de que esta disciplina se nutre de diferentes ciencias y quizás por su carácter compuesto, las relaciones públicas es una disciplina social y particular.

Para las relaciones públicas, la relación es la parte más importante del sistema por el cual pasan y finalizan todas las demás variables. La afinidad del grupo radica lógicamente en la calidad de las relaciones que se establecen entre sus miembros. Es por eso que cuando las relaciones son malas y desconfiadas, no existe afinidad real ni objetivos, sería poco probable que se logre estos objetivos en las mejores condiciones de tiempo y economía.

Por consiguiente, si las relaciones son estupendas y de confianza, la compenetración del grupo será satisfactoria.

Las relaciones públicas se fundamentan sobre estas evidencias sociológicas:

- Considerar, a la variable “relaciones” como la primordial, la que conforma a la vez el medio y la medida de la cohesión del grupo.

- Afirmar, cuando se altera la naturaleza y la calidad de relaciones, se influye automáticamente en la dinámica social y de igual forma en el funcionamiento del grupo.

Estas certezas, son de alguna forma, el fundamento sociológico de las relaciones publicas y reúnen por otro lado las conclusiones a las cuales conducen la mayoría de doctrinas.

Al comparar el trabajo de los sociólogos clásicos y modernos, se llega a comprobar que las variables puestas en evidencia tienen ciertas diferencias, pero todas estas influyen directamente en el sistema de relaciones que se establecen en el interior del grupo.

Las relaciones públicas: ni publicidad ni propaganda

Al especificar que las relaciones públicas es una disciplina social, es muy importante señalar lo que la diferencia a ésta, en la práctica de otras disciplinas similares.

En el ámbito publicitario se cree que las relaciones públicas son:

· Una nueva forma de publicidad maliciosa ya que mediante esta permite obtener comentarios gratuitos en la prensa.
· Un conjunto de estrategias para lograr que se hable de alguien.
· Una simple técnica de comunicación que les permite decir y hacer cualquier cosa.

Es primordial distinguir las relaciones públicas de ciertos oficios ya que se tiende a confundir: la publicidad, la promoción de ventas, el marketing y la propaganda.

Esta confusión radica en el hecho de que las relaciones públicas también pueden emplear los mismos soportes, las mismas herramientas, los mismos medios e incluso técnicas idénticas a las demás disciplinas para formular y trasmitir mensajes.

Con la única diferencia de que en el manejo del contenido y el objetivo de sus mensajes son diferentes, que las distingue del resto.

Durante mucho tiempo las relaciones públicas han empleado y revindicado siempre el término “comunicación”, la utilización abusiva por parte de los publicitarios no ha contribuido a aclarar los términos.

Un ejemplo claro es que las compañías u organizaciones confían su comunicación a los publicistas, cuya función siempre ha sido la de informar, incluso a condicionar a la opinión, pero nunca la de asumir una comunicación que implique, justamente, un dialogo.